Espacio de opinión de Canarias Ahora
Siempre nos quedará la Guayana
Después regresaron a Maxorata y el único espacio que tenían los nacionalistas era Asamblea Majorera. Estaba el conocido como sector inmobiliario en el que nadaban estupendamente como peces gordos Herrerita, Domingo Berriel y Miguel Cabrera, entre los veteranos también estaban los antimilitaristas como Gerardo Mesa Noda, que se llevó un piñazo de un mando de la Legión. En la parte cristiana destacaba Marcial Morales. En sus primeros años en Asamblea Majorera Claudina Morales se tropezó con la vieja guardia. Los que tenían mayor capacidad de alquilar guaguas para traer militantes a las asambleas siempre ganaban las votaciones.
Pero Claudina se fue buscando un hueco. Técnico de Juventud. Concejala en Puerto del Rosario. Concejala en La Oliva. Su lucha frente al Domingo González Arroyo le dio sabrosas victorias: en el 2000 le arrebató el escaño en el Senado y en 2003 la alcaldía de la Oliva. Claudina creció políticamente frente al Marqués de las Dunas mientras sus compañeros de Coalición Canaria compartían gobiernos con el PP en el cabildo, ayuntamientos y en el ejecutivo canario. Y así llegó el 10 de julio de este año cuando los socialistas majoreros cometieron la estupidez y la inmoralidad de sacar al Marqués de las catacumbas, se aliaron con Arroyo para presentar una moción de censura contra Claudina Morales. El PSOE le hizo un favor a PP Manolo Soria que tuvo una excusa perfecta para limpiar el partido de sus críticos en Maxorata. Gracias a aquella censura Soria el Humilde arrasó en su congreso y ahora Claudina fue ascendida en Coalición Canaria.
Cuando Paulino Rivero decidió apadrinar a Torres Stinga la semana pasada demostró que está tan alejado (o tan cerca) de la gente de la calle como de la gente de su partido. El sábado la mayoría de los compromisarios de Coalición Canaria censuraron la gestión de Stinga y la de su antecesor en la presidencia del partido Paulino Rivero. Sólo apoyaron a Stinga Tenerife y Lanzarote. Si la derrota de Stinga es un fracaso de Paulino Rivero, la victoria de Claudina Morales es también un triunfo de Castro Cordobés, de Tomás Padrón y de Mari Mar Julios. En los políticos el lenguaje no verbal es más sincero que los discursos: los abrazos más fuertes que recibió Claudina sobre el escenario después de su victoria fueron los de Perestelo, Belén Allende y Mari Mar Julios.
Islas y personas centraron los debates del congreso de Coalición Canaria. Es verdad que también hablaron de las ideas que recogieron en las ponencias ideológica, de estatuto y de nuevos compromisos, pero no he querido perder el tiempo en ese bla, bla, bla. Porque cuando uno lee esas ponencias y comprueba que los que cesaron a Faustino García Márquez hablan de “más talento y menos cemento”, que los que pisotearon la iniciativa legislativa popular de Granadilla e ignoran la nueva propuesta de moratoria de Ben Magec apoyada por 40 mil firmas hablan de “la ciudadanía como protagonista”, que los que aumentan el dinero para la sanidad privada, y recortan los presupuestos de bienestar social y de educación, hablan de “calidad de los servicios públicos”. Pues después de leer todo eso le entran a uno ganas de decirles: váyanse todos con Paulino Rivero a la Guayana Francesa, que a lo mejor allí encuentran a gente que no los conocen y pueden engañarlos. En la Guayana Francesa van a nombrar presidente de las Regiones Ultraperiféricas a Paulino Rivero. Tras su fracaso en el congreso de Coalición Canaria Paulino abandonó el Auditorio Alfredo Kraus pensando en los compromisarios de su partido que le dijeron aquella frase de Ingrid Bergman a Bogart en Casablanca “nuestro amor no importa”, y Paulino, como un Humphrey Bogart en versión Sauzal cogió sus maletas y arrancó para el aeropuerto pensando “siempre nos quedará París?o sus colonias como la Guayana Francesa”.
Juan GarcÃa Luján
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