Sólo promesas sobre el cambio climático

En definitiva, el fundamento es la no superación de los 2 grados, según las estimaciones para 2050 por el IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático), compuesto por centenares de científicos, no políticos, de todos los rincones del mundo, que dirige Rajendra Pachauri, Premio Nobel de la Paz, quien enfatiza: “El calentamiento durará siglos”. Por lo que hay que remediarlo drásticamente o será catastrófico para el Planeta y todos los seres vivos. Y va muy seria la advertencia de los científicos.

Todo ello es consecuencia de los gases emitidos alocadamente, sin orden ni previsiones desde 1750, que dislocó al hombre con su industria en la quema de energías fósiles, para llegar al SOS que estamos agónicamente tratando de remediar, y bajo la conciencia todavía de algunos desalmados. Las consecuencias son ya realidad: la descongelación de los polos; las migraciones africanas hacia Canarias y Europa; se une ahora los nuevos “desplazados medioambientales” con más de 25 millones de personas. Y paradójicamente el Medio Ambiente es un asunto gélido, baladí, que tan solo preocupa al 1% de los habitantes de Canarias, según datos de reciente encuesta. Será por ello, que nuestro solar archipielágico esté en desaprensivas manos que lo desastran a sus perversos caprichos por malandrines políticos y empresarios por el vil metal.

El estado catatónico de las codicias que agravan las mentes de los neoliberales de las finanzas de todo el mundo, hacen que queden irresponsablemente obnubilados antes las perniciosas consecuencias de sus acciones contra el Medio Ambiente. Solo les mueve las ganancias al alza, aunque nos vaya la vida en el propósito a todo el Planeta. Los dirigentes políticos quedan exorcizados por aquellos fácticos poderes que les amordazan y manipulan los hilos de las industrias globales. Monaguillos éstos, son teledirigidos por los capitostes a sus antojos, a pesar de los requien por la Tierra enferma y de sus pobladores.

Así ha venido sucediendo en todas las cumbres sobre el clima: un cúmulo de farisaicas promesas desde el inicio de Kioto, países que no solo no han cumplido sus compromisos, sino que han aumentado las emisiones, entre ellos España.

La ancestral oposición de los países emergentes a la industrialización, sumidos en un mísero lodazal, y el derecho a mejorar sus vidas, ha sido la constante negativa para asumir las tesis reduccionistas de los países que vienen de vuelta de producir daños medioambientales. Pero la sorpresa ha sido, la renuncia de éstos: China, Brasil, India y Méjico al uso abusivo en la quema de carbón y petróleo. La duda quedará si estas naciones lo hacen por ayuda monetaria de vil chalaneo con los países ricos o, en conciencia por las trágicas consecuencias para todos. Un loable ejemplo ha sido China, que está cambiando las energías fósiles por la eólica, siendo ya el primer país del mundo en esta materia, que a la par genera más empleos. En este impase de litigar por las reducciones en 2009, para devolver al Planeta su límpida atmósfera y vivibles ecosistemas, sigue peligrando el 30% de las especies vivas.

Teo Mesa