Nosotros sólo queremos animar a una legión de militantes y algunos dirigentes subordinados al mando de Soria López que rebosan honestidad para que salgan del laberinto. Pero de allí sólo se sale con ejercicios democráticos de autocrítica, reflexión y resolución en la búsqueda de soluciones.Y donde está Soria López no existen esos ejercicios democráticos. El señor Soria López ha confundido al partido con su persona, ha sido déspota en la hora de dejar abandonados por el camino a gente que, pudiendo recibir ordenes, no han recibido del líder el efecto de la tranquila autoridad dimanante del ejemplo y del prestigio. Resuena la frase de la concejala de Telde: “Estás bonito tú”. Por tanto, es el ocaso de un tiranillo en su laberinto que se instala en las coordenadas de Dimas Martín: “O me detienen o no me ganan” es el quejido de un dirigente desnortado, nada preparado para la adversidad que interpreta los dramáticos contratiempos en clave personal. En su laboratorio personal aprendió a controlar todos los tics menos ese autoritarismo que amenaza con llevarse al Partido Popular cuesta abajo en una rodada que no conviene a los intereses generales. Por todo ello, responsabilizamos a Soria López no tanto de hacer un partido a su imagen y semejanza hoy bajo total sospecha, sino de no tener la generosidad suficiente para, cediendo el testigo de su partido, superar una situación de la que merece salir el Partido Popular por la calidad de la mayoría de sus miembros y sobre todo por los votantes.