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Hasta siempre, doña Juana

Vicente Pérez

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Entrevista publicada por el Instituto Canario de Igualdad Gobierno de Canarias con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales, 2015, celebrado en El Pinar de El Hierro, el 17 de octubre de 2015.

Ha fallecido en El Hierro una mujer centenaria que pasará a la historia de la Isla, Juana Hernandez, campesina de El Pinar.

La entrevisté en 2011 durante la erupción volcánica frente al pueblo de La Restinga, y me quedé prendado de su sabiduría popular, su calidad humana y su energía de vivir.

Entonces doña Juana vivía aquella emergencia volcánica “sin miedo”, mientras seguía su vida normal labrando la tierra, con sus cabras y cuidando a un nieto adolescente al que crió desde que era un bebé.

Ataviada con traje y pañuelo negro, y con el rostro surcado por el tiempo, aún hacía queso de almendra y de cabra.

Malamente sabía leer y escribir, pero su experiencia de la naturaleza la resumía como una auténtica geóloga: “La explotación del mar es el crecimiento de la Isla. Con esas explotaciones creció El Hierro. En La Restinga había un muelle y una casita nada más, pero fueron agrandando el pueblo, cosa que no tenían que haber permitido, porque está en plena explotación, porque en el faro de Orchilla no hay nadie porque saben que puede explotar por allí también”.

Barruntaba esta mujer irrepetible que “en los próximos años habrá más volcanes, que a lo mejor no los veré yo, pero sí los habrá, unos más lejos, otros más cerca, otros más rápido, otros más despacio, porque la Isla sigue creciendo”.

Esta longeva herreña, que nunca quería desvelar su edad pero todo el mundo sabía que en sus espaldas había ya un siglo, estaba amoldada a la Isla como una sabina por el viento de los años.

Con tan larga trayectoria, recordaba haber visto el volcán de La Palma en meseta de Nisdafe, en San Andrés, desde donde “se veía muy bien el relumbre y las llamaradas y el correr de la lava”.

“No se me olvida que ese volcán salió a finales de julio y principios de agosto, porque estábamos plantando papas de hoyo cuando explotó”, evocaba, antes de contar una inédita leyenda: “Dicen que ese volcán desapareció una islita que tenía ciento y pico habitantes”, tal vez refiriéndose al pueblo de Las Manchas, que engulló el volcán de San Juan en 1949.

Siete años después de esta memorable entrevista, en la que la retrató de forma magistral el fotógrafo Fran Pallero, el corazón de doña Juana ha dejado de latir.

Pero seguirá latiendo en mi memoria, y entre las sabinas, los malpaíses, los pinos, las huertas y el viento de su pueblo herreño.

¡Hasta siempre, doña Juana, y gracias por la fuerza vital y los buenos recuerdos que nos transmitió!

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