Paco Valido, el alcalde de Telde, debe abstenerse en lo sucesivo de montar un circo por riesgo cierto de que le crezcan los enanos. Le acosan los casos de corrupción dentro de su Ayuntamiento, y hasta es muy posible que termine perdiendo la mayoría necesaria para contratar un pregonero, con perdón. Cuando supo de la detención de los dos funcionarios municipales el pasado día 21, firmó inmediatamente un decreto en el que resolvía que una abogada “con contrato vigente en este Ayuntamiento” pudiera comparecer ante el Juzgado de Instrucción número 3 para hacerse cargo de la defensa de ambos. Tenemos el decreto y en él se designa como letrada para tales menesteres a Esther Hernández Reyes. Hemos buscado su nombre en el Colegio de Abogados de Las Palmas y no figura como colegiada, lo que le ha impedido ejercer el mandato emanado del alcalde. En los Juzgados se preguntan de dónde sale tanto despropósito.