Al término del partido, los fanáticos se volvieron locos, lo que obligó a la hinchada española a salir pitando y a pedir a la ayuda a la policía, que continuaba negándose a intervenir. Algún agente llegó a increpar a los españoles con expresiones tan profesionales como “ustedes se lo han buscado”, según relató a este periódico el canario Aday González, testigo de los hechos. Pero ya lejos del Duomo, unos treinta estudiantes se concentraron a comentar la jugada en una plaza milanesa, por donde apareció otro grupo de tifosi que volvió a agredirles y a hacerles salir pies en polvorosa. Varios estudiantes, entre ellos algunos canarios, acudieron este lunes al Consulado de España en Milán, donde les indicaron que nada podían hacer pero que “lo tendrían en cuenta” para sucesivas ocasiones.