Nueva fumata blanca en los despachos donde se trata de resolver el futuro de la UD Las Palmas. Ya hemos perdido la cuenta de los rubicones superados, lo que nos lleva a sospechar que pronto seremos obsequiados todos con algún nuevo sobresalto. Para irlo previendo, les acercamos uno de los aspectos que provocará en cuestión de horas un nuevo replanteamiento de la situación: el acuerdo adoptado este jueves por los cinco magníficos del club no fue por unanimidad, sino por mayoría. Y si les contamos cuál fue el tono de las discusiones, es incluso extraño que no acabaran a tortas. Que si el responsable de la deuda no soy yo, que si tú fichaste jugadores cojos, que si a mí me prometieron que construiría el Estadio de Gran Canaria, y a mí lo de las torres en el Insular... Hasta que una voz un poco más sonora que otras dijo que aquel no era el foro, que el que esté libre de pecado que acuda al juzgado. Que hasta tiene su rima.