Dentro de pocas fechas se cumplen dos años desde que Álvaro Aguirre, director general de Emmasa al que Sacyr buscó otros destinos, dijo que, de no completarse el calendario de inversiones, en 2011 el agua en Santa Cruz de Tenerife no sería potable. Y Emmasa entra en 2012 sin haberse completado el programa de inversiones en materia de saneamiento, con lo que ya se podrán ir imaginando cómo está el percal. Sacyr ha dicho en varios consejos de Emmasa que el 80% del agua que se depura en Santa Cruz de Tenerife se regala al Cabildo, unos 400.000 euros al año si se traduce en dinerito de ese tan necesario para sanear, y que Emmasa pagaría 100.000 euros cada seis meses a la Autoridad Portuaria en concepto de impuesto por la depuradora. El 52% del agua depurada en Santa Cruz llega de La Laguna y El Rosario. Así las cosas, el Ayuntamiento de Santa Cruz tiene previsto discutir este final de mes, como ya ocurrió en el último pleno, qué va a pasar con la tarifa del agua. Pero si Sacyr sigue haciendo dejación de sus funciones, es posible que Emmasa sea rescatada y haya que buscar nuevo gerente, puesto para el que ya suenan varios nombres de profesionales del sector. El obstáculo sigue siendo Abril Martorell, que se resiste porque no quiere tinerfeños por los alrededores. Julio Pérez se sube por las paredes con unas tarifas que ha de supervisar la Consejería de Industria. Y él con esos pelos.