La salida de Luis Hernández de la Autoridad Portuaria de Las Palmas está conllevando el consiguiente majo y limpio en lo que a personas se refiere. A nuestro querido Manuel Vidal ya le han comunicado que no seguirá llevando las relaciones con los medios de comunicación, por esa peregrina razón que mezcla profesionalidad con política, cuando en realidad sólo la primera debería importar. Como fuere, el caso es que los nuevos han supuesto que si gozaba de la confianza de Luis Hernández, ésa es razón suficiente para no contar con la suya. Y así las cosas, han encargado al consejero cabildicio Larry Álvarez que se ocupe de diseñar un nuevo estilo que regirá para la intercomunicación entre el Puerto y los medios. Con la experiencia pasada, ya podemos anunciar que Arnáiz va a contar con la poca simpatía con que gozaba Soria entre los profesionales cuando el ahora flamante consejero era su jefe de Gabinete. Pero no se equivoquen, Larry hará su trabajo, impondrá su estilo característico y sólo permanecerá vigilante para saber que sus consignas se cumplen. Sigue quedando libre, por tanto el puesto de Vidal, que algunos sitúan en manos de un profesional de Antena 3 Televisión.