7 de noviembre de 2008. 11.47 horas. Ubaldo Becerra telefonea a José Miguel Rodríguez, ambos detenidos en el primer tramo de la operación Unión. Rodríguez pregunta a Becerra si ha hablado con Jaime Cortezo porque tenía delante los “papeles del derribo” de las naves en ruina del islote del Francés y se había vencido el plazo para la demolición. Becerra le manifiesta su sorpresa y le dice que Cortezo le había dicho que tenía que ir a una reunión a Lanzarote uno de aquellos días, pero se había suspendido. Rodríguez manifiesta a su compañero de Corporación su preocupación y le pide que se de prisa porque teme que el alcalde “nos cuelgue de un pino”. Ubaldo cuelga y telefonea a Jaime Cortezo, no sin antes recibir una llamada del arquitecto Carlos Morales, con el que precisamente concierta una futura reunión con el empresario grancanario.