Todavía está conmocionada la consejera de Agricultura del Gobierno de Canarias, Pilar Merino, del PP. Ante sus propias narices le destituyeron al viceconsejero de Pesca sin más motivos que sus debilidades orgánicas apoyando a Paulino Montesdeoca a la presidencia insular del partido en Gran Canaria. Pero no será la única salida que se produzca en ese departamento porque también ha pedido que lo destituyan el director general de Ganadería, el majorero Alfredo Alberto, cuyo nombramiento fue muy contestado por ser el propietario de las queserías que fabrican la mayor parte de la producción de la isla receptoras de mucha subvención pública. Pero Alfredo Alberto no se marcha por un ataque de incompatibilidad, ni porque apoye al marqués en la guerra del PP majorero. Lo hace por motivos de salud y para dedicarse en cuerpo y alma a la industria que preside. Le deseamos un pronto restablecimiento y mucha suerte.