Dice Gonzalo Angulo que somos unos conspiradores, que lo nuestro es ir reventándole su gestión y, de paso, hacer un flaco servicio al patriotismo grancanario y olé. Y lo dice porque nos empeñamos en contar las cosas tal y como son. Normalmente se tarda un tiempito en confirmarse, pero se confirman. Este mismo viernes, accionistas de la UD de mucho peso todavía, han confirmado lo que les venimos diciendo desde hace tiempo, que el nuevo consejo de la sociedad anónima deportiva es ilegítimo, que está mal constituido y que no tiene poderes para hacer algunas cosas que se propone hacer. Una de esas cosas es, cómo no, la firma del convenio con el Cabildo para comprometerse a estar en marzo en el nuevo estadio salga el sol por donde salga. Un traslado en el que se le va la vida a Angulo, tanto que hasta amenaza con no darle un euro al club si no se firma el convenio. Lo malo es que hay cosas que no pueden ser y, además, son imposibles. Por ejemplo, dar marcha atrás al acuerdo del pleno del Cabildo del pasado viernes, según el cual se compromete un gasto quinquenal de tres millones de euros, a 600.000 por temporada, por la esponsorización y tal y cual. Angulo es un consejero más de un Cabildo de 29, a no ser que ya tengamos más de un Cabildo y no nos hayamos enterado.