A Manuel Marcos Pérez se le ha complicado de manera inesperada su carrera a la secretaría general del PSC en los dos últimos días. Al affaire de Fuerteventura, que no fue tan sonado como lo cuentan algunos, se le sumaron dos problemones este mismo miércoles. De un lado, la ya comentada evidencia de que no son todos los delegados que son, ni estarán con él todos los delegados que dijeron que iban a estar. Y de otro, el empeño de Arcadio Díaz Tejera de no retirarse a mayor gloria de una candidatura encabezada por el palmero. Los números no salen por separado, y empieza a ser dudoso que sumen conjuntamente. Manuel Marcos no puede permitirse llegar al debate parlamentario de la nacionalidad -donde actuará como portavoz socialista- tras ser derrotado en el congreso extraordinario de su partido, y no está Díaz Tejera precisamente echándole una manita en el empeño. Salvo que vuelvan a recolocarse los apoyos, lo que a día de hoy es complicado, al presidente el Grupo Socialista le quedaría optar por dos posibles salidas: retirarse de la carrera o aceptar el puesto honorífico de presidente en una Ejecutiva Regional liderada por José Miguel Pérez. ¿Y Arcadio? Uf, qué papelón.