Luis Soria no es tan inteligente como su hermano José Manuel, de eso nadie tiene dudas, incluso el interesado. Pretender que prosperara una querella así sabiendo cuál fue exactamente su participación en el expediente de Tebeto es un atrevimiento muy propio de quien quiere emular torpemente al líder en el convencimiento de que una condena de las personas que le critican pueda exonerarlo de cualquier responsabilidad, incluida la política. Luis Soria mintió al juez Parramón cuando, en la instrucción del caso Eolo, dijo que él había coincidido casualmente con los hermanos Esquivel en Magdeburgo. En junio de este año, ante el juez Sotoca, el mismo personaje reconoció que el encuentro fue premeditado. En el caso Tebeto también conoce exactamente cuál fue su responsabilidad: permitir que pasara todos los controles una autorización en favor de Rafael Bittini que contravenía la legalidad vigente, tanto el planeamiento insular majorero y el municipal de La Oliva, como en lo referente a la Ley de Minas. Las dos bromas han costado a Canarias perder el tren de la energía eólica y correr el riesgo de la quiebra financiera por una indemnización multimillonaria. Y encima pretende que se condene a quienes lo cuentan. Un genio el Luisito este.