La semana pasada no sólo fue de calentamiento para el puente. También sirvió a algunos para tratar de limar asperezas con la superioridad y poder vacacionar más a gustito. Lo intentó José Manuel Arnáiz, presidente de los puertos de Las Palmas, que tenía previsto entrevistarse en Madrid con el presidente de Puertos del Estado y con el secretario de Estado de Transportes, ambos del Ministerio de Fomento. Para tal hazaña, Arnáiz quería hacerse acompañar de algún miembro del Consejo de la Autoridad Portuaria con el que tenga buen rollito y que, a su vez, sea capaz de abrir puertas en la capital. Así que se valió de Augusto Brito y del siguiente mensaje: oye, que me dice Mauricio que ha acabado un ciclo y que ahora la política de la Autoridad Portuaria será pactada con los socialistas. Ni así, oiga, tal tarea de signo Strogoff no fue posible. Ni visita ni buen rollito.