¡Quién lo iba a decir! El Partido Popular y el Partido Socialista en el mismo carril contra el director general de Radiotelevisión Canaria, Guillermo García. Por decisión parlamentaria le han bajado el sueldo, y por falta de capacidad ejecutiva, Willy García mantiene en sus puestos a dos de los altos cargos del ente a los que él mismo señaló en la misma sede de Teobaldo Power como receptores de sueldos que suman 200.000 euros al año. Es decir, que cualquiera de los dos hace tiempo que gana más que él. Pero las paradojas de esta ultraperiferia le impiden a García llevarse por delante al director de cadena de Televisión Canaria, Carlos Taboada, y a la directora de Informativos de la radio autonómica, Teresa Cruz, impuestos en su día por el PP y agarrados en estos momentos de modo atenazante al cargo, no vaya a ser que puestos a precipitarse se precipiten ellos. No es solamente la pérdida de salario (ya gana menos que cuando era un hombre sin ataduras) el único desaire que está sufriendo el director de la Radiotelevisión Canaria. Sus respaldos políticos decrecen por momentos casi a la misma velocidad con que algunos se lo sacuden de encima ante la petición de que pueda ir en la lista de Coalición Canaria al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. De personaje popular, simpático y querido, la imagen de este polifacético comunicador se torna incómoda en algunos ambientes nacionalistas.