La magistrada Carla Bellini, que instruye el voluminoso sumario del caso Las Teresitas, ha decidido prorrogar por espacio de un mes el secreto de las actuaciones. Lo decretó el pasado día 10 en el mismo auto en el que ampliaba el número de imputados y los delitos atribuidos a dos de ellos. En su resolución, Bellini afirmaba que las fuerzas de seguridad le siguen remitiendo información sobre los imputados y su entorno “que si fueran conocidas por las partes podrían dar lugar a interferencias o manipulaciones que entorpecerían la investigación”. Además, reconoce que las investigaciones “están resultando extremadamente laboriosas, tanto por el elevado número de personas que en ellas intervienen, como por el complejo entramado social y económico que rodea a los imputados”. Lo que ponemos en público conocimiento para todos aquellos que todavía siguen insistiendo que Las Teresitas es puro humo. Otra cosa es que cuando concluya la fase de instrucción se vuelvan a cometer los errores procesales que se cometieron con José Antonio Martín, al que se juzgó y condenó por el delito más flojo de todos cuantos se le investigaron, como ha quedado acreditado por el Supremo.