Los expertos que han analizado el concurso explican que si éste ya era un pelotazo en julio pasado, cuando el grupo de gobierno en el Cabildo retiró por sorpresa el asunto del pleno de la Corporación, lo sigue siendo ahora para quien se lleve el gato al agua (y nunca mejor dicho). Porque de una inversión privada de 26 de 36 millones de euros -10 los pone el Cabildo, que en julio iba a poner 17-, en 35 años el rendimiento puede ser brutal. ¡Sólo está previsto un primer año de déficit! A lo sumo dos. Y si se habla, como se habla por lo bajo, de 1,2 millones de beneficio anual y por lo alto de 3 millones anuales, pasados los años y conforme vaya disminuyendo el gasto por amortización de la inversión, esos beneficios pueden ser de hasta cinco y seis millones de euros al año. Nadie entiende cómo el Cabildo está dispuesto a desechar tremenda recaudación para el erario público con la prestación de este tipo de servicios, de ahí que sirva el latiguillo de que como “es para la Unión Deportiva”, pues miramos para otro lado.