Pero el cenizo que adorna a Willy García y a los suyos no se detiene en la falta de acierto a la hora de modificar la parrilla. Incluso los programas que funcionaban están encendiendo ciertas luces de alarma. Es el caso del Buenos Días, Canarias, adscrito a los servicios informativos. Imponer una sección de entrevistas dirigida y presentada por el periodista Carmelo Rivero (3.000 del ala al mes, sigan sumando) y caer la audiencia en ese tramo ha sido todo uno. Cierto es que en televisión es difícil concretar las causas de que un espacio estrella decaiga, pero los datos están ahí. Este jueves certificó su registro más bajo, un 5,5%, cuando su media ha estado siempre en un un 14 con picos de hasta el 17%.