Los funcionarios del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz le dieron la tarde de este jueves un bofetón sin manos a Marcos Brito, su inmenso alcalde. Resulta que habían convocado una asamblea informativa para dar cuenta de una sentencia desfavorable al Ayuntamiento en materia de supresión de unos complementos de productividad. Aprovechaban que era jueves, el día que han de acudir por la tarde, según las últimas determinaciones sobre cumplimiento de horario. Para reventar la asamblea, al alcalde portuense, en un gesto sin precedentes, no se le ocurrió cosa mejor que dar la tarde libre pretextando la ola de calor (ya en franco retroceso, con perdón por lo de franco) que afectaba a la ciudad. Los funcionarios hicieron caso omiso de tan graciable gesto y se reunieron con alto grado de asistencia en el salón de plenos. Además de congratularse de la sentencia, que desmonta las resoluciones del alcalde y los teóricos informes técnicos que avalaron su decisión, el cuerpo funcionarial hizo frente a las altas temperaturas con ganas de conocer otras disposiciones judiciales que esperan les resulten favorables próximamente. El alcalde, que se sepa, no se bañó en el Lago Martiánez.