Asamblea Majorera lleva días esperando una señal de las filas socialistas, a pesar de las escaramuzas sufridas en los días inmediatamente posteriores al 27-M. Entonces, un atolondrado Blas Acosta convenció al alcalde de Pájara, Rafael Perdomo, de la conveniencia de cerrar rapidito un pacto con los del CCN-IF, sin esperar siquiera por las perseverantes gestiones de Lázaro Cabrera, el mayor defensor de un pacto con el PSC en las filas de AM. Acosta transmitió las mismas prisas a sus compañeros de La Oliva, que durante unos días estuvieron embelesados con los cantos de poder de Domingo González Arroyo, que llegó a prometerles la alcaldía con tal de que no repitiera Claudina Morales. Alguien debió llamarles totorotas, porque la última decisión es votar a la número uno socialista, Rosa Fernández, lo que haría alcaldesa a Claudina Morales de modo automático. Y el PSOE, en la oposición, claro.