Es cierto que entre los noventa elegidos no se encontraba el dirigente socialista más crítico con Jotaflá y con Zapatero, Jerónimo Saavedra, que veranea en La Palma. Y es cierto también que no fue incluido en la lista de invitados por los que prepararon esta reunión. Pero más cierto es que de ser Saavedra persona altamente considerada en Ferraz, tal y como se ha comentado estas última semanas en la prensa desafecta al oficialismo sociata, cualquier indicación de la Federal habría sido tenida en cuenta. Tal indicación no llegó ni se la esperaba. Sí habló uno de los más significados defensores de la suavización de la línea de oposición, el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, pero su intervención fue referida a la calamitosa situación de las haciendas locales. En la misma línea hablaron el alcalde de Candelaria, José Gumersindo García, y la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Manuela Armas. Hubo unanimidad al calificar de “falta de lealtad institucional” la postura del Gobierno canario para con las corporaciones locales en general, y socialistas en particular.