Les aportamos una prueba más de que estamos en campaña electoral, por si no lo habían notado. Prueba, por cierto, que también ha de servirles para confirmar que las instituciones y los dineros públicos están siendo utilizados de modo descarado para el clientelismo. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha contratado a la empresa Eulen para que dedique unas cuadrillas a la noble y muy higiénica labor de despegar los chicles que se encuentran sobre el pavimento de la ciudad. Otras cuadrillas de la misma empresa se dedican a operaciones de limpieza de choque, lo que tiene flipando a la vecindad. Nada que objetar a los encargos, salvo por el nada desdeñable matiz de que son los primeros con tal afán que se hacen en el presente mandato. Eulen ha sacado del paro a unas cuantas decenas de personas que saben perfectamente quién, cómo, cuándo, dónde y por qué se les ha contratado. Y, para que el remate sea total, el contrato con Eulen expira el 30 de mayo.