El juez Parramón tendría un problema colosal si hubiera decretado en su día la entrada y registro en el despacho de José Manuel Arnáiz durante su brillante etapa como presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Este miércoles dijo ante otro juez, el titular del Juzgado de Instrucción número 4, que él no entiende de informática y que no tenía uno de esos chismes con el que, entre otras utilidades, leer las cosas bonitas que casi todos los periodistas escribían sobre él (¡qué tiempos aquellos, Pepillo!). A pesar de tan contundentes afirmaciones, les podemos asegurar que a Arnáiz no le creció la nariz, si bien salió del juzgado algo menos relajado que como entró. Por si no lo recuerdan, Arnáiz fue director general de Serviport, una empresa dedicada al apasionante mundo de la informática que, desde sus inicios, se especializó en ganar todos los concursos en la materia habidos y por haber. No entendemos cómo ha podido tener tanto éxito teniendo a su frente a un directivo que dice no tener ni pajolera idea en la materia. ¿O fue precisamente por eso por lo que lo defenestró Germán Suárez y por lo que, para mejor proveer, le cambió a Serviport el nombre por el de Inerza? Por cierto, Serviport/Inerza sigue llevando las cosas informáticas del Puerto.