Dicen los que de esto saben, que el Gobierno se dispone a nombrar consejeros de la Autoridad Portuaria de Las Palmas a tres capos cañoneros del PP: a su presidente regional, José Manuel Soria, y a los líderes de la oposición en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Pepa Luzardo, y en el Cabildo, Larry Álvarez. Nada que objetar a la propuesta, salvo por dos apreciaciones que nos parecen dignas de destacar. En primer lugar, es llamativo que de los seis consejeros a los que tiene derecho la Comunidad Autónoma en ese organismo, dos sean de un perfil mayormente técnico (Julio Molo y José Manuel Molina, responsables de Carreteras y de Puertos canarios, respectivamente); otro sea consejero de Medio Ambiente y claro representante de la Maxorata, Domingo Berriel, y los otros tres, de clara carga política, sean todos del PP. Es la demostración del reparto territorial del que siempre hemos venido hablando que han hecho del poder Paulino Rivero y José Manuel Soria. Pero hay más.