Las nuevas salidas de tono del inspector Towers confirman nuestras tesis de que goza de patente de corso para actuar a su libre albedrío dentro de la UD Las Palmas. Pero no porque el consejo de administración así lo haya decidido, sino porque desde el Cabildo, y más concretamente desde Ican, le han dado carta blanca, carta oro y ron de Telde. Nosotros hemos buceado también en nuestros archivos, como hace él, para ver si encontramos alguna investigación que alguien le haya encargado al inspector Towers y que haya podido concluir en algún hecho extraordinario vinculable a algún dirigente. Investigación que, por supuesto, Torres cobró de su cliente en su momento y que dejó caer cariñosamente, sobre la mesa de algún cargo público que pasó del estado catatónico al de acojonamiento compulsivo. Los consejeros de la UD se reparten entre los que conocen la historia y los que se la imaginan. Quizá en el primer grupo haya que inscribir a los que piden la cabeza de Towers y en el segundo a los que ni saben ni quieren saber. Entre los que sí saben ya se maneja la información de la contraplataforma, movimiento sísmico controlado según el cual Towers, con la correspondiente encomienda anguliana, trata de aglutinar a accionistas del club que contrarresten a García Navarro y a los que quieran apoyarle. Ya tienen a Tadeo, que acaba de descubrir que Angulo no es tan malo como él mismo lo pintaba.