Se ha apuntado un buen tanto el alcalde Saavedra con la celebración en Las Palmas de Gran Canaria de la cumbre sobre el cambio climático y las ciudades sostenibles, bajo los auspicios de la OCDE. Llamó poderosamente la atención ver en la jornada inaugural presidir el acto nada menos que a Paulino Rivero, el presidente que vio cómo le dimitía en sus narices nada menos que el responsable de Desarrollo Sostenible que tenía adscrito a Presidencia, Faustino García Márquez, indignado por el contenido desarrollista de la Ley de Medidas Urgentes recientemente aprobada por el pacto de CC con el PP. Rivero parecía un pijoaparte en una cumbre de expertos que sí creen en la sostenibilidad y proyectan soluciones a largo plazo que corrijan las actuales tendencias y nos permitan vivir en un mundo mejor. En el campo de la anécdota y del gesto, el presidente canario se mostró sorprendido por el detalle de las corbatas verdes que lucían Jerónimo Saavedra y su equipo en el acto de inauguración de la cumbre. La organización había sugerido en la última reunión preparatoria que tanto los hombres como las mujeres llevaran una prenda de ese color a la sesión de apertura. El gabinete de Saavedra cumplió con la indicación.