El naufragio, sin embargo, parece querer ser aprovechado por los que o bien tienen viejas facturas que pasar a la naviera Armas y/o por los que consideran bueno aplicar en todo momento aquello del río revuelto y las ganancias de pescadores. Los pasajeros que han decidido no regresar a Gran Canaria en el vuelo fletado por la naviera, que ha corrido con todos los gastos (incluso ofreciendo coches de alquiler aquí al que lo haya perdido en el naufragio), tendrán que explicarse en algún momento a qué ha venido tanta desconfianza. Lo de las viejas facturas que otros pretenden cobrarse ahora (incluso por adelantado) se nos escapa de puro rebuscado que es todo esto de querer ser cabeza de puente. Y cola de león. Lo mejor: Marruecos ampliará y dragará el muelle de Tarfaya para evitar sucesos similares en el futuro.