No puede alegar ignorancia José Carlos Mauricio, de ninguna manera, en torno al escándalo de los casinos, y muy particularmente del casino que han envuelto para regalárselo a un empresario concreto, como saben. Esta semana se ha desmarcado del decreto por el que se creaban cinco nuevas licencias para casinos en la provincia de Las Palmas. El decreto lo aprobó el Gobierno del que forma parte, y el concurso que pretende ignorar lo firmó su compañera Australia Navarro como consecuencia lógica del decreto anterior. Además, desde el año 2001, Mauricio conoce los desvelos del empresario amigo, Eustasio López, por tener un casino en su hotel, el Costa Meloneras. Poco después de ser inaugurado, el empresario en persona pidió a Julio Bonis, entonces consejero de Presidencia, que le otorgara la licencia correspondiente. Recibió un no por respuesta. El resto de la historia ya lo conocen ustedes.