De repente desapareció la persecución política de las causas de tres despidos en la Sociedad de Promoción de Las Palmas de Gran Canaria. La ex gerente, Margarita Pérez, la jefa de protocolo, Socorro Aguiar, y una auxiliar administrativa firmaron una misma denuncia, luego fotocopiada por partida triple, acusando a la dirección de ese organismo, dependiente del Ayuntamiento, de haberlas despedido por ser del PP. No coló, por lo que parece, bueno, por lo que dijo como testigo Socorro Aguilar, que en el primer juicio, el de la administrativa, dijo que no le constaba su afiliación política. Luego si no hay afiliación, no hay persecución. Así que han aceptado el despido improcedente, han cogido la pasta del salario de tramitación y se han echado a correr. Como Woddy, pero con menos glamour.