En medio de todas estas propuestas han vuelto a ponerse de actualidad las viejas deudas que tienen entre sí los históricos accionistas de la UD Las Palmas, y más concretamente, Manuel García Navarro, actual presidente, y Germán Suárez, líder natural de Gerencia Deportiva. Suárez adeuda a García Navarro unos dinerillos producto del traspaso de Jorge al Atlético de Madrid y unas opciones de compra de los solares de Barranco Seco a José Luis Moll, opciones que al final no se ejecutaron. El traspaso del canterano supuso 750 millones viejos, que se dividieron oficialmente en 30 pagarés, la mitad para García Navarro y la otra mitad para Germán Suárez. El primero los negoció para meter ese dinero en el club, mientras que el segundo pidió al actual presidente que hiciera lo mismo con los suyos, que ya le pagaría los intereses. No lo ha hecho así, y esa deuda alcanza los 35 kilos de antes. En cuanto a Barranco Seco, la primera y lejana opción de compra era por 25 millones de pesetas, y no se ejecutó por dejadez, lo que motivó una prórroga que tampoco se ejecutó, lo que conllevó otra pérdida por el mismo importe. Total, que Suárez adeuda a García Navarro 25+35 kilos, igual a 60. Son deudas entre caballeros, desde luego, pero también hay que sacarlas a colación porque serán determinantes en el nuevo escenario.