Celebró este miércoles almuerzo navideño el Ayuntamiento de Santa Brígida, como estaba previsto, con una nutrida presencia de personal, mayormente jubilado, de la empresa FCC (prestataria del servicio de limpieza) y del polideportivo municipal. Los concejales del grupo de gobierno se sentaron en plan mesa nupcial, con los pobrecitos de la oposición aparte, en la suya propia de ellos. Quizá fuera esa circunstancia la que cabreó enormemente al ex alcalde Antonio Díaz, que lo fuera por el tercio del PP, que hasta se negó a tomar un sorbo de agua que, a la postre, pudiera ser invitación de su sucesor, Lucas Bravo de Laguna, del mismo partido. “De estos no quiero ni agua”, dijo impasible, al tiempo que sacaba del bolsillo de su americana un lindo papelito con membrete de la Guardia Civil de Guía, división de la Policía Judicial.