El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Una dimisión con historia
Un mes, día más día menos, ha tardado Lisardo Martel, ex consejero de la UD Las Palmas por el tercio anguliano, en mandarse a mudar. La historia de su renuncia comenzó, según cuentan los que le han escuchado sus quejidos, el 17 de septiembre, cuando Angulo y sus muchachos trataron de dar esquinazo a la prensa y reunieron al consejo en el Centro Insular de Deportes. Martel rechazó esa medida argumentando que el consejo del club se reúne en el club y que él, precisamente, no tiene por qué andar escondiéndose para nada ni de nadie. Fueron unos días tensos en los que se aprovechó, además, para descargar de competencias a otro consejero, Eladio Bombín, que todavía no se ha ido, pero está en ello. Aquel consejo de la UD en el Centro Insular de Deportes tuvo como asunto central la figura, el genio y las decisiones del director de fútbol, Manolo Torres, que teóricamente salió reforzado de la reunión. No tan reforzado quedó el consejo porque a Martel y Bombín se han ido sumando otras opiniones que, de momento, mantienen su malestar en la recámara. Llamó la atención, por ejemplo, que el otro día no apareciera por Siete Palmas, en señalada fecha y con motivo de la inauguración de una maqueta, el consejero Pepe Cabrera, que se ha ido apartando paulatinamente sin hacer ruido.
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