Nacho González, que asegura tener en Lanzarote unos 300 afiliados, aprovechó su estancia en la isla para reunirse -por separado, claro- con Juan Carlos Becerra y con Dimas Martín, con los que dijo tener “excelentes” relaciones, lo que le lleva de inmediato a concluir que “es absurda la división del voto canario, centrista, empezando por Lanzarote”, donde Nacho y los suyos quieren, ni más ni menos, que sea el epicentro del centro que llegó a ser en Canarias cosa seria. Lo malo es que salvo él y unos pocos más, aquél centro ha derivado en lo que ha derivado, y va camino de otras derivaciones que no nos ponemos a relatar aquí porque estamos en agosto y hace mucho calor para más agobios.