Pero no acaban ahí las especificidades de la campaña electoral canaria. Otras cualidades que nos adornan, derivadas del hecho insular, de la estanqueidad subjetiva, del doblete presidencial y de lo pueblerinos que somos a veces, dan lugar a situaciones verdaderamente pintorescas. Como, por ejemplo, la que le ha tocado comerse a la televisión pública canaria, que ha organizado un programa de entrevistas con los candidatos a las circunscripciones más importantes aplicando los criterios de la Ley Electoral y el sentido común. Pero cuando la cosa llegó a los partidos políticos, rianga, todo saltó por los aires. De los seis espacios de entrevistas ofrecidos a cada uno de los tres partidos principales, la cosa se ha convertido en casi treinta personajes a entrevistar. Coalición Canaria, por lo de la alternancia y lo de los mensajes, ha desdoblado sus seis espacios para dar cabida a doce candidatos; el PSC ha pedido que le entrevisten a ocho, y el PP, que no ha pedido desdoblamiento, sí que ha aplicado la ley del doblete, consistente en que a Soria lo entrevisten dos veces, una como candidato al Cabildo y otra como candidato al Parlamento. Que aproveche ahora, no sea que gane y él mismo cierre la misma tele en la que tanto quiere salir.