Se quejan de vicio los que critican las excentricidades del director de La Razón, Francisco Marhuenda, que cada día sorprende a España con las portadas de su diario, mayormente destinadas a ensalzar la unidad de destino en lo universal que representa el PP y todo lo que se mueva a su derecha. No han reparado los críticos de ese periodismo en el prodigio que en la misma materia tenemos en Canarias, un ejemplo de periodismo de altura, de profunda solidez intelectual y profesional, de tradición intachable e innegable servicio a la sociedad. Nos referimos, por supuesto, a José Rodríguez Ramírez, director, editor y propietario de El Día, que se supera en cada una de las ediciones de ese periódico. Su última aportación al periodismo ha sido asegurar que los incendios declarados estas últimas semanas en Tenerife, La Palma y La Gomera son obra de pirómanos procedentes de Gran Canaria que actúan de ese modo por envidia y con el deseo de convertir esas islas en secarrales, al modo y manera de la isla de su procedencia. Tal aseveración, basada en ignotas pruebas, vino acompañada de un dato también revelador: los pirómanos se lo toman con pachorra, porque lejos de acudir y huir del lugar del crimen en modernos métodos de transporte, se desplazan ¡en el ferry! Cuando comentamos en esta misma sección estas sesudas elucubraciones de don Pepito no podíamos sospechar de ninguna manera que tuviera pruebas tan contundentes como las que presentó ante sus lectores al día siguiente.