Una cosa es predicar y otra dar trigo. Y una cosa es editorializar para la parroquia de uno, y otra bien distinta ponerse solemne y dirigirse a las más altas y dignas magistraturas del Estado, como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). José Rodríguez Ramírez, director-editor de El Día, ha desplegado todo su buen hacer y su más florido lenguaje administrativo y legalista para explicar al órgano de gobierno de los jueces lo mucho que le molestaron las opiniones de cinco jueces canarios sobre sus editoriales presuntamente xenófobos y mucho más presuntamente disparatados. Como les adelantábamos ayer aquí, don Pepito ha pedido al CGPJ que empaquete a los magistrados por acusarle a él, entre otras lindezas, de “incitador de la xenofobia y el racismos” (sic). La seriedad del escrito, presentado al Poder Judicial tan sólo cuatro días después de publicarse la noticia de “La Provincia-Diarios de Las Palmas” (otra vez sic) es que sitúa a ese periódico ¡en Las Palmas de Gran Canaria! Con todas sus letras y sus palabras. Impresionante.