El vídeo en cuestión tenía su enjundia, no se vayan a creer, porque además de rechazar las críticas al proyecto de Granadilla y de rajar contra los críticos en plan Manolo Soria, tenía su toque étnico con el fondo musical elegido, nada más y nada menos que el Pasodoble Islas Canarias, obra de un valenciano que jamás pisó el Archipiélago, qué se le va a hacer. La obra publicitaria fue parida entre Atlantis Tenerife, que la distribuyó, y Plató del Atlántico, la empresa productora de televisión propiedad de Lucas Fernández que viene a ser aquella que ha impuesto Adán Martín como cabecera y cierra Tenerife de la industria audiovisual canaria.