Ahora toca mover ficha a los consejeros. García Navarro se ha hecho con el apoyo de Ángel Luis Tadeo y, como ya tenía el de Eustasio López, su regreso al corazón de la UD Las Palmas está hecho. El tiempo parece haberse detenido en Pío XII desde que alguien ha descubierto que los actuales rectores no tienen dinero que aportar. No hacía falta haber esperado tanto. El 27 de mayo pasado tenían el mismo que ahora y, sin embargo, se les puso donde están. Eso sí, entonces García Navarro intentó entrar y le cerraron el paso. A las pocas horas, alguien que conoce el club y a sus accionistas mayoritarios como la palma de su mano, daba cuatro meses de existencia al consejo recién nombrado. No es disculpa suficiente, ésa del dinero. García Navarro nunca ha ocultado que quería volver a estar en primera línea y ahora ha logrado la coyuntura precisa para dar el paso.