Dice el decreto por el que se convocó el concurso del escudo y la imagen del Gobierno que éste “busca un equipo de diseño interdisciplinar que cree sinergias entre los diseñadores gráficos, audiovisuales, fotográficos, etcétera, que resulten elegidos en este concurso y los diferentes departamentos, empresas y organismos dependientes del Gobierno”. Pues qué bien. El diseñador ganador es el mencionado Valladares, que ha cobrado la suma de 48.000 euros por el manual de identidad corporativa, pero que podrá ser contratado, por el procedimiento negociado y sin publicidad, “para el desarrollo del diseño de la imagen corporativa en la Presidencia del Gobierno, la señalización interna de los dos edificios” de este departamento “y de la imagen del Día de Canarias”. Pero, además, Valladares queda señalado para que, a partir de ahora “los distintos departamentos (...) y organismos y entidades públicas” puedan “adjudicarle los contratos para el desarrollo del diseño de la imagen (...) en cada uno de ellos...”, y para que “las empresas públicas” le adjudiquen “los contratos para el desarrollo y adaptación de su identidad visual y audiovisual...”. Eso es sinergia, sí señor. De aquí a la eternidad.