No sabemos qué extraño maleficio tiene el bueno de Antonio Castro Cordobez, que todo lo que toca en el Parlamento de Canarias lo convierte en polémica. Este miércoles le ha dimitido de manera muy airada el secretario general de la Cámara, Juan Manuel Díaz-Bertrana, que ha pedido que le releven de ese puesto tras una agarrada dialéctica con la vicepresidenta, la popular Cristina Tavío, por un quítame allá ese informe jurídico, que no me gusta un pimiento. Con el abandono de Díaz-Bertrana, ya son cuatro los secretarios generales que han ocupado ese puesto. El primero en abandonar fue aquel famoso funcionario al que Antonio Castro mandó para La Zarzuela a llevar el acuerdo de investidura de Paulino Rivero antes de que la correspondiente votación se celebrara. Le siguieron Diego Martínez y Manuel Aznar, este último de modo interino. Y ahora este funcionario, que ha ocupado la plaza durante los dos últimos años.