Esta misma semana escribía en El Día nuestro entrañable colega Andrés Chaves que habría que erigir un monumento a Willy García por lo bien que lo está haciendo al frente de la radiotelevisión pública canaria. Es comprensible la pasión hagiográfica del escribidor diurno, dados los 216.000 euros que el director general ha otorgado graciosamente a la productora que tiene ese diario sin que hasta el momento se conozca qué formato qué horario y qué orientación habrá de tener ese programa. Willy ha inaugurado una nueva fórmula de encomienda de producción: a ver, don José, que le voy a dar 216.000 euros, y ya le diré lo que me tiene que servir para la parrilla. De nada, hombre, aquí estamos a su servicio. ¿Del público? Ah, eso también. Adiós, ahul.