Cambió el Gobierno y ya se nos desmadraron algunas de sus señorías parlamentarias olvidando que la soberanía popular está residenciada en el Parlamento y que es en él donde se dilucidan los apoyos y se fiscaliza la labor del Ejecutivo. En una muestra difícilmente explicable de falta de respeto a la institución, este lunes se suspendieron nada menos que cuatro comisiones parlamentarias, tres de ellas presididas por diputados del PP y la cuarta, por una parlamentaria palmera de CC, Beatriz Acosta. Las razones parecen estar en la toma de posesión de los nuevos consejeros del Gobierno, un acto meramente protocolario al que no tiene por que ir toda la nacionalidad. Porque allí no vimos a los presidentes de las comisiones de Turismo y Transportes, Fernando Figuereo; o Agricultura y Pesca, Juan Santana, ambos dos del PP. Ni era necesario que allí se constituyera María Australia Navarro, que a tales efectos suspendió la comisión de Asuntos Europeos. Y no vale decir que es que han cambiado a los consejeros, porque el de Transportes, que comparecía, sigue siendo el mismo, y la de Asuntos Europeos, la misma viceconsejera que viste y calza. Y la de Empleo, total, ¡que esperen los parados!