En en capítulo de seguridad se detuvo especialmente el presidente Rivero. La creación de la policía autonómica, también conocida como guanchancha, dio lugar a la euforia presidencial. “Han oído bien, antes del próximo debate de la nacionalidad” veremos policías de ese cuerpo apatrullando la ciudad. Para avalar el invento, el presidente se columpió en todos los tópicos que vienen en el manual del político alarmista: que si todos queremos más policías, que si la seguridad nos preocupa a todos, quesi los canarios merecemos más y mejor seguridad. Pero la frase que se llevó el premio a la demagogia fue la siguiente: “Estamos obligados (...) a que nuestros niños puedan crecer en un entorno seguro”. ¿A que les suena la letra y la música?