La personalísima decisión de Zapatero, según dicen en Ferraz, de catapultar a López Aguilar a la escena europea, cogió con el pie cambiado a numerosos dirigentes de la cúpula federal socialista, desde la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, a Pepe Blanco, Miguel Ángel Moratinos e incluso Josep Borrell, como ayer contábamos en esta misma sección, dando pelos y señales sobre cómo se produjo la nominación, en qué fechas, por boca de quienes y sus reacciones. Pero sabíamos más, aunque no lo contásemos todo, que en esto aprendemos de la literatura ?y de la cautela? que no hay mejor historia que la que se cuenta por entregas. Así las cosas, a Juan Fernando se le preguntó en “El Correíllo” si el PSOE pensaba hacer cambios en la escena europea con la llegada de su nueva candidatura, y se le dio a escoger un ramillete de opciones: comisarías europeas (Almunia), “míster PESC” (Solana), altos cargos españoles en la CE o incluso si aspiraba a revalidar la presidencia del Parlamento de Estrasburgo que ya obtuvieron algunos de sus predecesores españoles, Enrique Barón y Josep Borrell (PSOE) y José María Gil Robles (PP). Fue entonces cuando López Aguilar admitió que “habrá fichas que mover” pero estas cosas no se pueden hablar “en voz alta”, y mucho menos nada sobre “Míster PESC” porque aunque Solana lleva ya “veinte años” en la primera fila de la escena europea, sería “inmodesto e insensato” por su parte mencionar públicamente “promociones hipotéticas” que llevaría aparejado su nombramiento como cabeza de lista del PSOE a las europeas.