El epicentro del movimiento está localizado en el barrio de Guanarteme, donde un grupo de inquietos propietarios de perros quiere que se reforme el Reglamento Municipal de Costas y Playas en el término municipal de Las Palmas de Gran Canaria, justo en lo que hace referencia a la prohibición de tránsito y estancia de animales en playas, paseos y avenidas. Se han documentado estos vecinos y han comprobado que ordenanzas como las de San Sebastián o Lepe (en serio) permiten incluso que, en determinadas horas del día, se pueda pasear por zonas acotadas en playas y espacios públicos vedados en la capital grancanaria. Ya están recogiendo firmas para conseguirlo.