Cada día somos más fans de Paquita Luengo, la viceconsejera de Industria del Gobierno de Canarias, que hace un tiempo decidió convertir en bandera de su mandato la penetración de las renovables en Canarias mediante el desbloqueo del concurso de asignación de potencia eólica y su verdadera viabilidad mediante los bombeos, es decir, mediante los sistemas hidráulicos en varias islas para almacenar la energía que generan los campos eólicos que pueblan la geografía isleña. Luengo también es una profunda conocedora de los resortes políticos que mueven a José Manuel Soria, al que sometió a un severo marcaje durante su etapa de vicepresidente del Gobierno y consejero de Economía y Hacienda. Soria también conoce a Luengo perfectamente, y eso le conduce automáticamente a ser consciente de que la determinación de la viceconsejera de sacar adelante el concurso eólico es una mala noticia para las posiciones del Partido Popular. Primero, porque será un éxito de un Gobierno en el que, por primera vez en más de una década, no está el PP, y en segundo lugar, porque el proceso de desbloqueo del concurso eólico va a hacer aflorar nuevamente las debilidades y negligencias que en esta materia observó siempre el ministro Soria y su hermano, el ex consejero de Industria (2003-2005) Luis Soria.