Con mucho regocijo debe haber recibido en Perbes el veterano Manuel Fraga Iribarne el contenido de las declaraciones hechas el otro día por José Manuel Soria en Canarias. Algun alma caritativa debe haber enviado al ex presidente de la Xunta lo publicado en Internet para que el presidente honorario del Partido Popular se haya alegrado al comprobar que lo suyo es único en el mundo. Soria vino a decir que no se ve llegando a los setenta años metido en política, en clara referencia a Lorenzo Olarte, que acababa de anunciar al mundo que no le importaría regresar a primera línea de fuego. Pero como la memoria en el PP es débil, Soria se había olvidado de que sólo unos meses antes un dinosaurio de la política se había presentado por enésima vez a las elecciones gallegas con unos cuantos años más de los que tiene don Lorenzo, trece o más. Cosas de la ley de la gravedad, que termina por manifestarse siempre a los bocazas que escupen para arriba.