Hay sobres de por medio. Al menos uno, que se sepa, el que desapareció el armario en el que teóricamente se custodiaban en el Ayuntamiento de Telde las ofertas para optar a alguno de los seis locales comerciales que el consistorio sacó a concurso tras las correspondientes obras de remodelación en los bajos del paseo de esa playa. Se trata de uno de los asuntos explosivos cuya espoleta dejaron activada el concejal del PP Fran López y su compadre de andanzas José Luis Mena, ex jefe de Urbanismo, relegado ahora a las funciones de jefe de personal. Pues sí, ha desaparecido un sobre conteniendo la oferta de uno de los empresarios concursantes, Victoriano Valido, que viene siendo primo del ex alcalde Paco Valido y primo del padre del marido de Sonsoles Martín, la concejala del PP sobre la que recayó la responsabilidad de Contratación una vez desplazado el dúo dinámico. Chico que es el mundo. La desaparición del sobre obligó a dejar sobre la mesa la adjudicación inicial y a que el concejal que presidía aquel acto, Pablo Rodríguez, acudiera raudo y veloz a la comisaría de Policía a presentar la correspondiente denuncia. Constituida en el lugar de los hechos la Policía Científica tomó huellas e inició una investigación que todavía no ha dado fruto alguno, lo que sin embargo no ha sido obstáculo, óbice o valladar para que el mismo Pablo Rodríguez y el resto de integrantes de la Junta de Gobierno produjeran días después la adjudicación de los polémicos locales. Esa adjudicación tiene toda la pinta de ser irreprochable si nos atenemos al momento concreto de evaluar las ofertas conforme al pliego de condiciones por el que se rigió el concurso. Pero es que precisamente en ese pliego podría estar el bollo del cogollo del meollo porque lo elaboró el ya muy mentado dúo dinámico con la inestimable colaboración de alguien que podríamos llamar la bruja Lola. Estamos en Telde, ¿vale? Y en Telde hay brujas, ¿verdad? Y las brujas cobran por sus servicios, ¿estamos? ¿120.000 euros a repartir? Sobres y brujas. Telde tiene una maldición.