Ildefonso Jiménez, líder de Nueva Canarias en Telde, es hombre que se toma las cosas con pachorra. No aparenta perder la compostura, ni siquiera cuando nuestra compañera May del Rosario le preguntó el otro día en antena qué tal lleva eso del sexo: ?firmo la nómina ordinaria?, explicó. Es un fiera Jiménez en esto de las felices expresiones, con excepción hecha de aquella ocasión en que definió como ?una subida de leche? la ofuscación transitoria que sufrió una concejala del PP en medio de un pleno. Su último recurso al refranero popular le reconcilia con la afición: ?Hay que esperar a freír todos los huevos para saber cuánto aceite queda?. Aplíquese el aserto a la situación política que vive la ciudad de Telde, conmocionada de nuevo por otras cuatro detenciones, una de ellas con repercusión allende los mares. Los dirigentes de Nueva Canarias son conscientes de que esto no ha acabado aún y de que no es el mejor momento para erigirse en gobierno de salvación. Antes, el fritango completo.